tag:blogger.com,1999:blog-46576946605215641852024-02-08T08:47:40.880-08:00diariocriticoDiego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comBlogger19125tag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-56320732987986854492013-09-07T10:27:00.002-07:002013-09-07T10:27:22.326-07:00Soberanía idiomáticaRespuesta sobre el proyecto "Por una soberanía idomática":
Querido G: Me llegó hace unos días el documento. Me parece una iniciativa muy buena, y estoy en general de acuerdo con los fundamentos que se plantean en él. Sin embargo, quiero marcarte sinceramente algo que me hace ruido: creo que se debería haber abierto la discusión en torno al nombre del Instituto a fundar. Personalmente, no acuerdo con asignar a las instituciones nombre de personas. Borges, por otro lado, no me parece el nombre más feliz para la institución. Insisto: creo que hubiera sido bueno abrir al debate también el tema del nombre. Si tuviera que proponer humildemente un nombre, apelaría a lago que involucrara de manera más clara una idea de latinoamericana a partir de las operaciones sobre la lengua y la literatura, y en ese punto el nombre de Rubén Darío me parece altísimamente más significativo que el de de Borges. Incluso, uno podría pensar que el trabajo sobre el lenguaje que propone Rubén es el equivalente al trabajo cervantino en el siglo XVII, pero esta vez desde América hispana. Vallejo, Lugones, el propio Borges, Lezama, todo el neobarroco, vienen de esas operaciones rubendarianas configuradoras. Por otro lado, sería un buen gesto que un Instituto generado en la Argentina no llevara el nombre de un escritor argentino, porteño, etc., etc., etc. Con afecto y sinceridad.
Diego BentiveñaDiego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-43005563809248358302011-10-30T17:35:00.001-07:002011-10-30T17:38:32.655-07:00Muestras y cánones"Caro Livio:<br />Ayer fui a la muestra de libros del bicentenario, en el Conti. Si te soy sincero, te tengo que decir que no me gustó mucho, casi nada te diría. Qué sé yo, me pareció como muy previsible, con ediciones feas, no siempre las primeras , y con una selección demasiado condescendiente, digamos para usar una expresión que entre nosostros es muletilla, con lo dado. Para darte una idea, Livio: el lugar dela poesía argentina es, sin exagerar, alarmante. No digamos que estén Marasso poeta -tampoco, obivio, está Marasso crítico- o Nydia Lamarque -ellos no cotizan ni en las antologías-, lo que sería una exquisitez, sino que ni tan luego está, digamos, Ricardo Molinari, ni Mastronardi, ni Barbieri, nada. En fin, cosas del canon actual. Te tengo que decir también que me deprimió un poco la cosa como unitaria de la muestra, tan del Río de la Plata, tan de entre nos, con un montón de cosas de Borges o Martínez Estrada o Victoria Ocampo (autores respetables, pero sobrerepresentados), con alguna apertura hacia el litoral saeriano, que, bueno, en ese marco no se le puede lógicamente dar lugar a un texto importante como, para poner sólo un ejemplo, Mis montañas, de Joaquín V. González, o las recopilaciones de Juan Alfonso Carrizo, monumentos totales de la filología argentina. Hablando de Juan Alfonso, en general te diría que la linea nacionalista sigue estando, a juzgar por la selección, subrepresentada, sin, por ejemplo, textos capitales no sólo por su valor histórico, sino por -vos me vas a entender en esto, querido- la impronta retórica, el ethos aristotélico al que somos, tal vez por defecto profesional, tan afectos: me refiero La guera del Paraguay o a Nos los representantes, de Rosa. Y ni pensar en Las fiestas argentinas de Bruno Jacovella. No está tampoco el Cortazar que nos gusta, Augusto Raúl. De otro, del denso profeta de la clase media argentina, por supuesto hay varios ejemplares en la muestra. Quizá me equivoqué, y alguno de los que te mento esté por ahi, perdido entre los senderos y las "vías" que organizan la exposición, pero el folleto que dan es confuso, ver todos los libros expuestos es tarea densa, las ediciones en general eran, como dije, feas, y vos sabés cómo soy para esas cosas. Soy un pobre archivista que trabajo con esos materailes casi todo el tiempo, y el sábado por ahí me llama más el aire libre.<br />En fin, esto es lo que quería decirte, solamente esto: me preocupó un poco, te lo juro. Me pareció como muy sesgado, muy previsible, muy acotado todo. Me volví a casa pensando en que, tal vez, sea momento de finirla con los listados, con los cargosos diez libritos por maestrito de la cultura; quizá sea momento de hacer temblar el archivo, ver sus chirridos, hacerlo estallar, incluso, como en las pesadillas más fascinantes del siglo" (fragmento de un diálogo epistolar).Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-1556516757804238432011-06-14T10:10:00.000-07:002011-10-30T17:35:19.097-07:00Borges. AniversarioHomenajes a Borges en un aniversario de su muerte. Textos de ocasión, necrológicos y previsibles<br />Entre las notas, una en La Nación del Sábado. Piensa contrafácticamente: Que hubiera sucedido si Borges no hubiera existido. El ejercicio "a la Umberto Eco" desluce un poco todo el artículo, que demuestra una deriva pregramsciana cada vez más perceptible en su autora: la dificultad para pensar desde un punto de vista material -no importa acá el materialismo teórico, se trata de algo más básico, más constitutiv- el objeto. Este se da en este caso, como canonizado por sí mismo, como algo "bueno" o "alto" de suyo. No ve, y acá estaría lo pregramsciano, el funcionamiento material de la cultura, los mecanismos por los cuales algo, en este caso Borges, cuya obra es desigual y a menudo indigerible, se transforma no sólo en legible,sino en lo que hay-que-leer, aun cuando no necesriamnete se lea. Sigue, además, otra línea muy marcada en sus intervenciones: la de no poder sustraerese de la centralidad borgeana. Cae él, pues entonces que el lugar del ensayo lo ocupe los autores más cercanos de su radio: martínez estrada para el ensayo, Girondo (!) para la poesía, Cortázar para el cuento. ¿Qué sentido tiene borrar, como en un ejercicio matemático, la X de Borges para seguir leyendo la ecuación desde ese lugar borrado? leer esto en serie con las intervenciones "políticas" de la autora. Hay continuidad con la versión pregramsciana acerca del funcionamiento de los medios que sostuvo, por ejemplo, en 678.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-36991097246660798562011-04-30T10:07:00.000-07:002011-04-30T15:38:30.717-07:00sabatoHoy murió Sabato, un escritor al que seguí bastante en mi adolescencia. en esa época, 16 o 18 años, leía como un loco a tres escritores argentinos -marechal, borges y sabato (no a cortázar, que siempre me pareció afectado y que, más allá de dos o tres cuentos de su primera época, me resulta irritante). Hoy, de ellos, sigo leyendo con interés, más allá de mis obligaciones didácticas o de investigación, a marechal. los otros dos, tanto borges como sábato me parecen, fundamentalmente, más bien pertenecientes al mundo del mercado y de los medios que al de la literatura que a mí, al mens, me convoca. <br />Se trata, entiendo, de dos escritores medianos, con algunas páginas buenas, aunque arrasados ambos por una crítica que se empeña o bien en magnificarlos (el latiguillo la centralidad inevitable de borges, que Sarlo retoma hoy en perfil)o por destruirlos -scrtroncarli, como diría la crítica italiana. Leídos en perspectiva, se trata de dos escritores discretos, mucho menos potentes, para nombrar a autores en lengua castellana, que César Vallejo, Juan L. Ortiz o Unamuno. Con respecto a las posiciones políticas, ninguno de los llamados "grandes" escrirores llega a rozar la abyección borgeana, que con su tonito de semiidiota legitimó lo peor de la historia argentina de este siglo.<br />Me pregunto, pues, ¿qué es ser un buen escritor? ¿QUé valor tiene el término "bueno" en un enunciado crítico?Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-76615733571948884862010-12-27T13:56:00.000-08:002010-12-27T14:03:20.002-08:00Leo un poema de Carlos Mastronardi, "Siembra", incluidio en su primer libro, <em>Tierra amanecida</em>. "después tornan los peones que en amistad derecha / de campo y cielo abierto se unieron a los gringos": son los versos que abren la segunda estrofa.<br />Siento un profundo rechazo por la gente que usa el término "gringo" en un sentido despectivo, algo que creo que fue inaugurado en nuestro país por cantautores como León Gieco y, sobre todo, Fito Páez, y que, parece, no es más que un uso mimético de un uso extendido en América Central, sobre todo en México. Se abre, con el término, un universo simbólico aborrecible, el de los cultores de un latinoamericanismo a la que te criaste, muy barcelonero, de Bolaño a Dante Spinetta, de Fito Páez a Manu Chao.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-3516568336044187422010-08-07T09:50:00.001-07:002010-08-07T10:20:32.570-07:00Cambio de nombresLeo en el diario que se ha aprobado un proyecto para cambiar el nombre de espacios públicos que homanajeen a funcionarios de gobiernos de facto. Me planteo, seriamente, cómo afecto eso a los nombres del campo intelectual. Digo, hay en la ciudad de Buenos Aires espacios que llevan el nombre de escritores, críticos o ensayistos que, de alguna manera u otra, estuvieron relacionados con gobiernos de facto. Jorge Luis Borges, por ejemplo, celebérrimo director de la Biblioteca Nacional ungido por la Libertadora; José Luis Romero, interventor de la UBA de esa misma "revolucion", que nombró profesor en La Plata a Martínez Estrada, cuyo nombre reemplazó recientemente al de Martínez Zuviría en la Biblioteca Nacional; Leopoldo Marechal, funcionario de educación durante la gestión nacionalista iniciada en el 43 (en la que Perón, recordemos, fue ministro y vicepresidente); Enrique Banchs fue, tengo entendido, funcionario en el área de censura cinematográfica en ese mismo período; después del golpe del 55, Victoria Ocampo ocupó también algún cargo púlbico. Algo similar se plantea en el campo de la ciencia: el premio nobel B. Houssay fue el primer director del CONICET, creado por el gobierno de facto en el 55.<br />En fin, la cuestión es bastante compleja, mucho más que el cambio de un par de nombres más o menos ignotos de algún comandante de brigada o de cualquier brigadier.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-34430651908144798352010-04-26T11:06:00.000-07:002010-04-26T15:00:50.990-07:00La indiscutibilidad del canonDe una <a href="http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1258191">entrevista</a> de <em>La Nación</em> de hoy a M. K., multipremiado (dice la volanta) escritor argentino:<br /><br />"Creo que el canon de clásicos ha hecho bastante justicia con la literatura argentina. Lo mismo si vamos al siglo XX: Borges, Arlt, Cortázar... me parece que es perfectamente adecuado el modo en que la centralidad del canon constituyó a sus figuras. Después, yendo un poco más a los bordes, si Bioy Casares o Sábato pueden estar en ese lugar o no son matices que se pueden discutir. Y de Borges hacia aquí hay muchos, desde luego, pero Juan José Saer es el primero que uno nombraría"<br /><br />Si la noción de canon en un momento sirvió para replantear los modos en que se había construido eso que llamamos "literatura argentina", en la versión de M. K., que es una muestra lúcida de la versión dominante en la crítica académica, el canon aparece más bien como algo casi definitivamente cerrado (hay están presionando Bioy y Sabato), como algo ya decidido en sus grandes líneas por las generaciones anteriores de críticos y que sólo puede ser reproducido en su centralidad y ampliado prudentemente en sus márgenes.<br />De hecho, el listado de grandes nombres que hace M. K. es coherente, aunque sea más restringido, con el que trabaja B. Sarlo en su poderosa compilación de textos críticos publicada en 2007 por Siglo XXI. Es la misma línea: la línea Borges, Arlt como contracara, Cortázar como momento altomodernista, y después la canonización de Saer. Es el "relato" de la crítica, para usar un término caro a Cris y, antes, a Nicolás Rosa.<br />Es lógico, pues, que la literatura, así construida, se haga marginal: resulta comprensible, también, que ese armado no quiera ser discutido por M. K: en él encuentra un lugar importante su propia producción literaria, que Beatriz rescata, junto con las de Pauls o Chejfec, en las apostillas finales de ese mismo libro, tal vez una de las intervenciones más sólidas en el ámbito no sólo de la crítica, sino de la política cultural, de esa década esfumada que es la de los 0 del 2000.<br />Es notable: son ellos dos, Pauls y Chejfec, los autores de la "generación anterior" que M. K. reconoce como parte de su zona de interés.<br />Es interesante pensar lo que ese canon transforma en ilegible.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-26125995367904617022010-04-25T08:36:00.000-07:002010-04-26T14:26:08.358-07:00<a href="http://diegobenti.blogspot.com/2010/04/critica-y-potencia.html">Crítica y potencia</a><br />Creo que hay una tendencia en la crítica de los 80, me refiero a la crítica académica, que es análoga a la operacion cultural alfonsinista y que es, pese a las apariencias, irreductible a la concepción de cultura que se desprende de los cuadernos de Gramsci.<br />Se trata de la reapropiación en clave "moderna" de las lecturas de cuño liberal-libertador, del corpus de lecturas organizados en torno a <em>Sur</em>, entendido ese núcleo como una suerte de lugar de llenado cultural. Desde ahí, de ese lugar que no llega a criticarse (que no llega a ser sometido a disección, del que no desentraña del todo en fucionamiento: que en definitiva permance ilegible) se dirimen carencias, se leen retazos de la literatura más cercana , se piensan los saberes menores, se clasifican los saberes del pobre, etc., como una fuerta de suplir la falta de llenado. El resultado es evidene y, si se quiere, acrítico: la confirmación del <em>lugar soberano</em> de Borges, de <em>Sur</em> "urbanizado" (como la filosofía heideggeriana por Gadamer) por el suplementos de cultura de <em>La Nación</em>, y la exacerbación de esa triste concepción de la literatura de espejos y laberintos, de niño al que mayores hórridos hacen hablar en inglés.<br />Se puede leer, sin embargo, también aquello de lo que carece Borges. Digamos, para nombrar solo uno de los puntos de configuración de la cultura burguesa, podemos ver sus carencias en cuanto a su conocimiento de lo operístico, saberes que sin embargo son constituyentes en un Armando Discepolo, cuyo padre, recordemos, había estudiado en una de las escuelas de música más prestigiosas del siglo XIX (la Academia Real de Nápoles). En la Academia confluye toda la cultura europea del siglo XVIII desde Haendel a Metastasio; allí se formó Bellini, como se sabe, ineludible por su trabajo sobre la cesura para pensar la orquestación wagneriana y, en consecuencia, la cultura tal como la entendió el siglo XX (pensemos en Celan o de Mandelstam).<br />Las traduccones del padre de Borges (don Guillermo tradujo, como Joaquín V. González, los textos de Omar Khayyam, de su versión -por supuesto- inglesa) o los poemas de Lafinur (que me gustan) resultan, en comparación, modestos. Uno podría leer pues desde las carencias operísticas toda la literatura borgeana (compararla con el verdismo de Visconti o el wagnerismo ya diluido del primer Mann) y su recurso a la enciclopedia como una forma de saber suplementario (en el sentido de un saber que suple un supuesto vacío).<br />La crítica vagamente socialista (laborista de centroizquierda tal vez sea más exacto) de los 80 lee de esa manera: ubica al otro en el lugar de la carencia; lo lee todo desde la "plenitud", desde el "llenado" plasmado en los años anteriores en el suplemento de <em>Nación</em>.<br />La crítica que interesa es más la la de imaginación técnica que la de la modernidad periférica. Pienso en una crítica que opera no tanto enfatizando faltas (¿de qué carece, en el fondo, un ciego?, podemos preguntarnos con Spinoza) sino gozando de los lugares de deseo y de fuerza. No empeñarse en aquello que una escritura no puede (Alrt no puede, en teoría, leer en inglés; Borges, en su visión tan simplota de lo italiano, no puede distinguir con claridad, por ejemplo, un elemento insoslayable como es la diferencia entre la entoncación meridional italiana, de donde su cercanía con formas eminentemente lírica, y la septentrional, más apegada a un metro narrativo, una diferencia que no es menor en Discepolo o Porchia o en el modo de entonar la milonga en Ignacio Corsini; no puede, tampoco, arreglar un cuerito; ninguno, ni Borges ni Arlt, puede leer a Dostoievsky en ruso, que algunos recién llegados, como la familia Gelman, abordaban en su original: no importa, la literatura no es el Uno de Plotino, siempre pleno y completo: a ella, siempre se le puede añadir una nueva carencia: son cosas que pasan), sino aquello que una escritura genera. Lo que articula o abre. Su potencia.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-75473112305226056752010-04-23T17:32:00.000-07:002010-04-23T17:45:57.941-07:00Dos Hermanos<em>Dos Hermanos</em>, la película de Burman recientemente estrenada. Demasiado difícil hacer una película de actores sin que ellos se pongan, siempre, en un primer plano. Lo que queda de la película es, en gran parte, algo así como una persistencia literaria: los hermanos cortazarianos de <em>Casa Tomada,</em> los diálogos a la Puig, la exploración de la sordidez uruguaya a la Benedetti, como si en un punto Burman volviera a filmar, cuarenta años después, <em>La Tregua</em> de Renán pero en un pueblo de provincia. Gasalla, por supuesto, y la película gira un poco en torno a su figura y a las citas más o menos encubiertas de sus <em>machiettas</em> televisivas, permite pensar materialmente ese contacto.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-30588093742975638362010-04-23T16:00:00.000-07:002010-04-23T17:31:12.386-07:00Sofovich y la críticaUna crítica importante escribe sobre su relación tensa con la llamada cultura popular. Escribe que no puede ver los programas de Sofovich. Pocos comentarios menos elaborados que ese, que pareciera sentido común crítico en su estado más puro.<br />Uno de los aspectos menos convicentes de la afirmación de la crítica es que no queda claro si se refiere a Hugo o a Gerado. Sendos planteos estéticos no son, entiendo, del todo asimilables el uno al otro.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-29388748586109691132010-04-23T15:57:00.000-07:002010-04-23T16:35:23.365-07:00Inspector de pollosInspector de pollos y gallinas y conejos en las ferias municipales. A primera vista, suena interesante, como un llamado para aprender nuevas cosas y visitar los barrios.<br />Un trabajo más que digno para alguien que no tenía, al fin y al cabo, ningún título hablitante.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-63029423334904864892008-09-15T11:14:00.000-07:002008-09-15T11:32:13.911-07:0015 de septiembreAnotaciones sobre <em>Prosas</em>, de Gola.<br /><br /><br /><br />Uno de los temas recurrentes en esta prosas es el problema de la lengua poética. A lo largo de todo el texto, Gola insiste con la idea -que extrae preponderantemente de autores norteamericanos y que intenta repensar de manera mecánica al ámbito de la producción en lengua española- de que el poeta debería apelar más bien a la lengua hablada, a la lengua de la comunidad de la que forma parte. Para ello, el poeta santafecino da algunos ejemplos ya clásicos, pero tal vez no demasiado acordes a su tesis: Dante, que lejos de apelar de manera absoluta al habla de los florentinos construye un vulgar ilustre heterogéneo y múltiple que incorpora elementos que otros poetas vulgares (los sicilianos primitivos, Guido Guinizzelli y el dolce stil, Jacopone de Lodi) ya habían experimentado; Hernández, que construye una lengua poética que no es, como lo han demostrado con creces los estudios filológicos y lingüísticos dedicados a ella, un mero reflejo del habla del gaucho, sino una apropiación letrada de esas variedades.<br />Con razón, leemos en el texto de Gola que la relación del poema con la lengua hablada “no consiste en la inclusión de palabras más o menos comunes, que se incorporan al poema, sino, sobre todo, de la percepción de tonos, de modulaciones, de movimientos que fluyen en la cadencia de la lengua”. De esa afirmación aceptable Gola pasa a sostener que hay una ruptura entre la lengua de los hispanoamericanos y la lengua peninsular, pasando por alto lo que quizá sea el dato más fuerte de la producción poética española del siglo XX: el lugar determinante de los poetas del sur de España, fundamentalmente de los poetas andaluces como Manuel Machado, Alberti, García Lorca, Luis Cernuda o Luis Rosales. Las opciones lingüísticas de estos poetas difieren mucho más de las de los poetas castellanos o navarros o asturianos que, para poner un ejemplo, de las de muchos poetas rioplatenses que hace ya mucho (Hidalgo, el padre Castañeda, Echeverría) decidieron desvincularse de la norma castellana más rancia. A su vez, desde un punto de vista dialectológico, hay una línea tonal que une a un poeta canario con un cubano. Es una línea mucho más sostenida que la que une, por ejemplo, a Virgilio Piñera con Octavio Paz o con Enrique Larreta. En fin: así como la poesía y la filosofía son para Gola espacios separados, así como la poesía sería un objeto sin fin y, por ello, radicalmente autónomo, el poeta santafecino piensa el problema, central, de la lengua poética del poeta americano a partir de grandes cortes irreconciliables, de grandes divisiones oceánicas. No percibe las líneas de fuga, complejas y sutiles, que atraviesan el problema de las variedades lingüísticas en juego.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-49186390064935859712008-09-13T11:09:00.000-07:002008-09-13T11:39:34.257-07:0013 de septiembreEl sábado pasado, creo, el suplemento cultural de <em>Clarín </em>o el de <em>Nación,</em> ahora no podría decir cuál, sacó un largo reportaje a George Steiner. Entre una cosa y otra, Steiner afirma muy suelto de cuerpo que el catalán debe ser enseñado porque es una lengua con una tradición cultural impecable (y es cierto, ahí está el <em>Tirant</em>), mientras que no sucede lo mismo, según él, con el gallego. Quizá el discurso de Steiner, dicho a las apuradas y tal vez sin ganas frente a un periodista, funcione para el vasco (que es, con todo, la lengua madre de Ignacio de Loyola, que alguna influencia ha tenido, entiendo, en la cultura de Occidente) pero de ninguna manera se aplica al gallego. Como cualquier estudiante de Letras más o menos aplicado sabe, aun sin ser experto en literatura española medieval, el gallego fue durante el medioevo la lengua de los tovadores, como el provenzal en el Sur de Francia o el siciliano de la corte de Federico II. Muchos de los poemas más hermosos de la literatura de la península ibérica fueron escritos en gallego, y en gallego están escritas las famosas cantigas de Alfonso el Sabio. Algunos de esos poemas fueron reunidos por F. L. Bernárdez en los años 40 en antologías publicadas por Losada, en un momento en que esos libros llegaban a todo el mundo de habla hispana y que, de seguro, estarán en toda nutrida biblioteca de las venerables universidades de EE.UU. que Steiner, de manera por lo visto no demasiado provechosa para su educación, frecuenta. Sin los ejercicios líricos emprendidos en algún momento en gallego, habría que decirle a George, la idea misma de una literatura lusófona sería difícilmente pensable. Pessoa, por ejemplo. Así como Dante no puede pensarse sin la máquina lírica de las cortes meridionales, o Petrarca o Villon sin los provenzales<br />Es raro, pero gente como Steiner o como Bloom pasan por ser personas muy eruditas y respetables. Es más, se presentan a sí mismos como "pastores del ser" de la tradición de Occidente, como guardianes celosos del canon que pontifican contra todo lo que se oponga a su estrecha idea de cultura.<br />En algún punto, el traspié de Steiner es sintomático: su cultura general es hegemónica (Barcelona, el diseño, la rica burguesía catalana, la editorial Anagrama) y algo de oídas.<br />Muy chiquita. Muy norteamericana.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-939735247553335922008-06-14T13:17:00.000-07:002008-06-14T13:34:11.294-07:0014 de junio (17 de octubre de la abudancia)Leo en un artículo de Borón publicado hoy en <em>Página 12</em> que el Che Guevara llevaba siempre consigo los poemas no de grandes poetas cubanos (Lezama, Piñera) o argentinos (Banchs, Marechal), sino de Pablo Neruda (seguramente <em>Alturas</em>) y del tosco León Felipe. Tal vez eso explique el carácter altisonate de sus intervenciones públicas, el recurso a la metáfora fácil y a las comparaciones desorbitadas: en fin, la retórica épica que los hace algo lejano y ligeramente triste.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-64529802483971884992007-12-02T15:04:00.000-08:002007-12-02T15:15:41.421-08:002 de diciembreEs domingo. Diarios, cosas acumuladas. En algún lugar, no sé si en el País o en algún diario argentino, leo una nota lamentable acerca del Nobel a Juan Ramón Jiménez. Texto lloroso acerca del exilio de algunos intelectuales, sobre el franquismo, lo mala que era la Falange y el sólito rosario de lugares comunes progresistas que a esta altura ni siquiera indigna de tan tonto. En un momento se afirma que la España "oficial" (la de los años 50, momento opusdei del régimen, desarrollismo, etc.) inflaba a Menéndez Pidal para el premio. Por un segundo, pienso en don Ramón, que junto con Spitzer, Contini y Barthes es el momento más alto de la crítica europea, recibiendo de manos del rey de Suecia el premio en lugar del autor del tedioso Platero, uno de los textos más inútiles del siglo. Por un momento pienso en Ramón, en su barbita de señor positivista de costumbres ordenadas, en su viaje de bodas por el camino del Cid, en el poder de sus lecturas filológicas. Pienso en dos textos como "La lengua de Cristóbal" o "El estilo de Santa Teresa", al lado de las cuales la penosidad de los sonetos de Juan Ramón y el tedio de su prosa se agigantan hasta lo indecible.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-50645703525131738732007-11-25T07:44:00.000-08:002007-11-25T08:09:08.796-08:00Domingo 24 de noviembreEscribo esto todavía con malestar, como si un furor heoico me estuviera tocando en algún lado. Algo que se despierta pero que no llega todavía a traducirse en gesto. Es increíble hasta qué punto las afecciones son el motor más efectivo y eléctrico de la escritura.<br />La última vez que pasé por Puán terminé discutiendo las propuestas de los alumos que me parecieron sencillamete siniestras. Por un lado, quieren pedir la implementación de recuperatorios por nota. La verdad, no lo comparto. Tira para atrás. Es un lloriqueo, un plañir como el de esos alumnos que piden 5o céntimos para promocionar y que asumen todas las posiciones imaginables en un lapso ínfimo, desde la sobreactuación del patetismo hasta la más grosera arrogancia. Me parece que cada cátedra puede decidir o no tomarlos (yo no lo haría y creo que la cátedra en la que estoy tampoco). Por otro lado, pretenden algo cuya sordidez me sigue produciendo temblequeos: implementar encuestas obligatorias al final de la cursada para que los alumnos evalúen a sus materias y profesores. Hablar de encuestas en un ámbito de discusión política y teórica como debería ser una junta me parece un retroceso importante. Es adoptar modismos mediáticos suficientemente refutados. Además, que los docentes se vean evaluados de manera anónima y entiendo irresponsable por alumnos que acaban de terminar la cursada (y sujetos, pues, a las comprensibles pasiones que desencadenan bochazos, correcciones, comentarios, observaciones, lecturas no comprendidas, etc.) me parece, en cambio, una de las formas más triviales de la abyección. Como si uno fuera un mono que tuviera que ganarse permanentemente el aplauso del público, deseando la mísera banana entre las manos. O no habrá sido siempre así? O no habremos vivido siempre pensando que éramos algo cuando en realidad éramos otra cosa, mucho más pequeña, mucho más sórdida?Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-30537220014875141792007-11-21T15:05:00.000-08:002007-11-21T15:11:46.437-08:00Miércoles 21 de noviembreEntre ayer y hoy vi Muerte de un matemático napolitano, un film ya bastante viejo (1992) de Mario Martone. Escuché o leí muchas cosas acerca de esta película, en general positivas. Y realmente es un gran film. Explora una Nápoles de los años 5o muy, muy sórdida, alejado de los estereotipos estúpidos del postneorrelismo. La película está hecha contra la Nápoles entrañable de Pan, amor y fantasía, contra la Nápoles de opereta de la RAI. Y es realmente una gran película, brumosa, melancólica, montaliana. Se centra en Renato, uno de los mayores matemáticos italianos del siglo, que, raramente, era nieto de Bakunin. La escena con su tía, la Sra. Bakunin, en un hospicio siniestro y, para peor, limpio y brillante, es antológica, así como el vagabundeo por las callejuelas de los Quartieri Spagnoli que pululan de mendigos, borrachos y hermafroditas. No olvidemos que Nápoles era, en el siglo XVIII, casi por definición la ciudad de los castrados.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-31611198407922149302007-11-20T12:30:00.002-08:002007-11-20T12:38:03.406-08:00Sábado 17 de noviembreNoche. En el Europa, Europa, película hórrida sobre Pontormo. El más grande de los pintores manieristas transformado en una especie de idiota que lucha a todo costa por algún tan pobre como el arte autónomo, en pleno Manierismo florentino!!! Todo, por supuesto, muy correcto. Raramente, se presenta cierta contradicción entre el moralismo que preanuncia Trento y la política absolutamente milenarista y maravillosa de Fra Giacomo Savonarola. En la película, se habla de Savonarola como de un refomista, como un insulso partidario del Partito democratico della Sinsitra. Es llamativo pero, a pesar de la corrección infame que recorre todo el film (la serie de los teatreros, de la flamenca luterana, de los frailecitos herederos de Savonarola, e tutti quanti), no hay ninguna referencia a la homosexualidad de Pontormo, la sodomía que, según el célebre tratado de Vasari, está en la base de todo el mundo deformado del pintor florentino, no por nada una presencia importante en el Pasolini de La Riccotta.<br />Addio.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4657694660521564185.post-28975318022075079262007-11-18T11:54:00.000-08:002010-04-23T17:46:40.038-07:00Domingo 18 de noviembreHoy, día de suplementos cuturales de diarios secundarios. En Perfil, la ya clásica necrológica, esta vez de Norman Mailer. La tendencia del suplemento a lo viejo, a lo perimido o sencillamente a lo muerte se va acentuando desde hace un tiempo. Ver, por ejemplo, las interevenciones acerca de la reciente premio Nobel, a quien muchos creían muerta hace ya muchos años, con su retrato de señora británica de los años 40. Mejor lo de los novelistas maduros, sobre lo que, quizá, volveremos.<br />Página. Radar. Nota de P. L. sobre Padeletti. Bien, pero un poco pegado al personaje. Sobre todo al comienzo, esa cosa del niño-anciano que descubre de pronto su vocación de poeta budista mientras mira el sol que se trasluce entre las hojas santafecinas, como si por un milagro las ondas de Juanele se expandieran por todo el terruño litoraleño. De todos modos, la nota, el canon que abre Padeletti, me gustan.Diego Bhttp://www.blogger.com/profile/01172877890614712043noreply@blogger.com